La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, conocida desde la antigüedad y responsable de millones de muertes a lo largo de la historia. En el siglo XXI, la TB ha reemergido como una amenaza global, impulsada por la aparición de cepas resistentes a los fármacos, la pandemia de VIH/SIDA, el aumento de la migración y las desigualdades socioeconómicas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2023 se reportaron 10.8 millones de casos nuevos de TB, con 1.3 millones de muertes, posicionándola como una de las principales causas de mortalidad por enfermedades infecciosas.
¿Qué es la Tuberculosis?
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones (TB pulmonar), aunque puede dañar otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro (TB extrapulmonar). Se transmite por el aire cuando una persona con TB pulmonar activa tose, estornuda, habla o canta, liberando bacilos al ambiente que pueden ser inhalados por otros.
Es crucial diferenciar entre:
- Infección de Tuberculosis Latente (ITBL): La persona tiene el bacilo en su cuerpo, pero su sistema inmunitario lo mantiene «dormido» o inactivo. No presenta síntomas y no puede contagiar a otros. Sin embargo, tiene riesgo de desarrollar la enfermedad activa en el futuro.
- Enfermedad de Tuberculosis Activa: El bacilo se multiplica, superando las defensas del cuerpo. La persona presenta síntomas (tos persistente, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso) y puede transmitir la bacteria.
El Agente Causal: Un Microorganismo Resistente
La bacteria responsable de esta enfermedad es principalmente Mycobacterium tuberculosis. Se trata de un bacilo ácido-alcohol resistente, una característica que se debe a su compleja pared celular rica en lípidos (como el ácido micólico). Esta «coraza» le confiere una notable resistencia a la desecación y a los desinfectantes, permitiendo su supervivencia en el ambiente durante semanas y siendo la base para técnicas de diagnóstico clave como la tinción de Ziehl-Neelsen.
Su modo de transmisión es tan eficiente que una dosis infecciosa de tan solo 1 a 10 bacilos es suficiente para iniciar la infección una vez que se depositan en los alvéolos pulmonares.
La Reemergencia en el Siglo XXI
El resurgimiento y la persistencia de la tuberculosis no se deben a una sola causa, sino a un cúmulo de factores biológicos y sociales que han creado un nuevo escenario epidemiológico.
El Fantasma de la Farmacorresistencia: Quizás el mayor desafío clínico actual. Décadas de tratamientos incompletos o mal administrados han permitido que la bacteria mute y sobreviva a los fármacos más potentes. Hoy nos enfrentamos a:
- Tuberculosis Multidrogorresistente (TB-MDR): Resistente a los dos medicamentos de primera línea más eficaces (isoniazida y rifampicina).
- Tuberculosis Extensamente Resistente (TB-XDR): Resistente a los fármacos de primera línea y a la mayoría de los de segunda línea. El tratamiento de estas formas de TB es largo (puede durar hasta dos años), costoso, con fármacos más tóxicos y con tasas de éxito significativamente menores.
La Sinergia Letal con el VIH:
- El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y la tuberculosis forman una coinfección devastadora. El VIH debilita el sistema inmunitario, haciendo que una persona con infección latente de TB tenga entre 20 y 30 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad activa. La tuberculosis es, de hecho, la principal causa de muerte entre las personas que viven con VIH a nivel mundial.
Determinantes Sociales y Desigualdad:
- La tuberculosis nunca ha dejado de ser una «enfermedad de la pobreza». Factores como la desnutrición, el hacinamiento, la falta de ventilación, el estrés crónico y el acceso limitado a servicios de salud crean un ecosistema ideal para su transmisión y progresión. La globalización, las crisis migratorias y las desigualdades económicas han concentrado la carga de la enfermedad en las poblaciones más vulnerables, tanto en países en desarrollo como en focos de pobreza dentro de naciones industrializadas.
Manifestaciones Clínicas
Si bien la tuberculosis pulmonar es la forma más común y la responsable de la transmisión, es crucial recordar su naturaleza sistémica. La diseminación hematógena del bacilo puede provocar tuberculosis extrapulmonar, afectando prácticamente cualquier órgano: ganglios linfáticos (linfadenitis), pleura (pleuritis), sistema nervioso central (meningitis tuberculosa), huesos y articulaciones (mal de Pott), sistema genitourinario y muchos otros.
Los síntomas de la TB pulmonar activa a los que debemos estar siempre atentos son:
- Tos productiva de más de 2-3 semanas de evolución.
- Hemoptisis (expectoración con sangre).
- Fiebre y diaforesis nocturna (sudoración profusa por la noche).
- Pérdida de peso involuntaria y astenia.
Diagnóstico y Tratamiento
Afortunadamente, el campo del diagnóstico ha evolucionado. Hemos pasado de depender exclusivamente de la baciloscopia y el cultivo (lento pero aún el «estándar de oro») a disponer de pruebas moleculares rápidas como el GeneXpert MTB/RIF. Esta tecnología permite detectar ADN de M. tuberculosis y, simultáneamente, identificar la resistencia a la rifampicina en menos de dos horas, permitiendo un inicio rápido del tratamiento adecuado.
El pilar del tratamiento sigue siendo la politerapia antibiótica supervisada para evitar el desarrollo de resistencias. Los esquemas modernos, incluyendo nuevos fármacos como la bedaquilina y el pretomanid, están ofreciendo nuevas esperanzas para los casos de TB-MDR y TB-XDR, con regímenes más cortos, seguros y efectivos.
Conclusión
La reemergencia de la tuberculosis en el siglo XXI es un recordatorio contundente de que ninguna enfermedad infecciosa puede ser subestimada. Abordar esta amenaza requiere un enfoque integral que vaya más allá de la simple prescripción de fármacos. Implica fortalecer los sistemas de salud pública, garantizar el acceso universal al diagnóstico y tratamiento, combatir las desigualdades sociales que la perpetúan y, fundamentalmente, invertir en la investigación y desarrollo de nuevas vacunas, diagnósticos y medicamentos.